Su diseño original pertenece a Carlos Thays, el mismo arquitecto que contratara Domingo Faustino Sarmiento para proyectar el Barrio de Palermo.
Magníficas plazas, monumentos, museos hablan de su acervo cultural e histórico.
Asimismo, es una próspera zona comercial, y su calle Cabildo, en toda su extensión que no es menor, es un exponente de ello con su sucesión perpetuada de negocios en ambas aceras.
El barrio se divide en zonas definidas por una clase alta y media alta: Bajo Belgrano, zona próxima al río en cercanías del Hipódromo, de casas bajas y con ausencia edilicia colectiva, Belgrano Central, centro comercial por excelencia y de acceso a cines, lugares de esparcimiento como bares, restaurantes, confiterías, Discos, caracterizado por una actividad ininterrumpida hasta altas horas de la noche y Belgrano “R”, su zona más selecta, determinada por lujosas residencias -Petit-hoteles tradicionales- de estilo anglosajón, circundadas por grande jardines.
En esta zona se encuentra la calle Juramento, sede natural de la historia, el arte y la religión en este barrio.