Baste decir que la bifurcación de las calles Juramento y Cabildo determina un punto de encuentro proclive al paseo diurno –la contemplación de la Iglesia de la Concepción, el recorrido por la plaza General Manuel Belgrano y su feria artesanal, y por su centro comercial destinado mayoritariamente a la venta de artículos de indumentaria femenina y masculina- y nocturno, con sus cálidos y distinguidos bares -muchos de ellos en sus veredas- y las Discos para los jóvenes.