Es el café en funcionamiento más antiguo de la ciudad. Las mesas de mármol y madera, las fotos viejas de las paredes, su menú tradicional, los mozos y la clientela porteña lo convierten en el arquetipo del bar de Buenos Aires.
Un inmigrante francés llamado Touan lo fundó en 1858 y el nombre era el de un café de moda en el Boulevard des Italiens de París.
En el año 1880, el Tortoni se instaló en su ubicación actual, ya que hasta entonces funcionaba en la esquina.
A fines del XIX, otro francés Celestino Curutchet, compró el café y en el año 1898 le encargó al arquitecto Alejandro Christophersen la construcción de la entrada sobre Avenida de Mayo, que permanece hasta la actualidad.
Desde principios del siglo XX, el Tortoni recibe artistas, políticos y oficinistas del Centro. Entre otros, lo frecuentaron Jorge Luis Borges, Luigi Pirandello, García Lorca, Julio Cortázar, Arturo Rubinstein, Carlos Gardel. En el interior, cuadros, poemas y bustos cuentan la historia del bar.
En el Tortoni se presentan espectáculos de jazz y de tango. En el menú se encuentran algunos platos y postres típicos porteños que en la actualidad sólo se consiguen en este bar, como la leche merengada.
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