Desde los antiguos y tradicionales cafés del centro a las nuevas tiendas gourmet de café expresso. Una tradición que muta pero no cambia en la entrañable Buenos Aires.
Pedir un café en una esquina es un momento de encuentros, del diario de la mañana, Sin duda una costumbre que nos acerca a los barrios, a su gente, a los personajes famosos que pasaron por allí o que perduraron horas leyendo o escribiendo.. En cualquier esquina puedes tomarte un café en Buenos Aires, pero tendrás que saber cómo pedirlo.
En primer lugar, sepamos que al entrar en un bar, podemos tomarnos un café tanto en la barra como en una mesa. Dependerá del apuro que lleves, pero te recomiendo que te tomes tu tiempo. Siéntate a una mesa, si es posible cerca de la ventana, a ver pasar la vida de esta gran ciudad.
Todavía quedan mucho bares con la sana costumbre de que un camarero se acerca a la mesa a tomar el pedido. Pero atención: aquí a los camareros se les llama "mozos" y tienen mucho orgullo de serlo. Por lo general, si te tomas un minuto, verás que son una enciclopedia con bandeja. Pueden hablarte de cualquier tema: desde política internacional, el cambio climático o recomendarte la última obra de teatro.
Como en todo, mucho se ha perdido en este sentido. Pero si encuentras uno de esos mozos sabios, sácale partido y pasarás un momento inolvidable. Para llamar su atención, bastará con un cruce de miradas y un movimiento de cabeza (herencia tanguera), o con la mano levantada.
- Americano: café en jarrito más liviano que el pequeño.
- Solo: pequeño y fuerte.
- Cortado: con un poco de leche
- Lágrima: leche con un poco de café
También existe el "ristretto" un café muy corto, fuerte y bien caliente. Pero es un tipo de forma de servirlo que se está pediendo en las costumbres. Muchas veces debes explicárselo a quien te atiende.
El café es servido en una pequeña taza de porcelana, las otras alternativas son en "jarrito" mediano, servido en vaso de pie en vidrio o porcelana o "doble" si lo quieres en una taza grande.
Existen también los locales gourmet con blends de todas las nacionalidades. Puedes optar por un fuerte café brasilero, un suave café colombiano, también africano y de turquí y sus múltiples combinaciones.
Un clásico para los solitarios, que se disfruta a diario en ciudad de Buenos Aires y que mezcla la nostalgia con lo más contemporáneo de la juventud.