La Recoleta es unos de los barrios porteños con un prestigio avalado por la estirpe y profusión de arte, historia y dualidad, ya que fusiona un tiempo pretérito de refinado estilo arquitectónico e importantísimo patrimonio cultural que ya es hito histórico y un tiempo presente en el que la magnificencia de sus parques, las embajadas y hoteles de lujo, sus habitantes y los turistas que recorren la zona -unos por ya conocerlo, otros por querer experimentarlo por primera vez- otorgan un carácter vívido y dinámico a tal suntuosidad.
Su nombre deviene de los Padre Recoletos (franciscanos) quienes fundaron una Iglesia -“Nuestra Señora del Pilar”- y un convento contiguo, ambos lindantes a su reconocido Cementerio.
También asociado a otros barrios como Retiro y parte de Palermo se le denominó en un tiempo Barrio Norte, nombre que aún la costumbre mantiene vigente aunque no pertenece ya a su jurisdicción.
Lugar de asentamiento de un sector de población pudiente, es receptor sin embargo del conjunto de la población citadina y fundamentalmente del turismo por la esplendidez de su testimonio cultural y su belleza natural.