La gente va a la costanera a pasar el día en familia, a trotar y relajarse del bullicio de la ciudad.
Hace casi un siglo, era uno de los paseos más populares de los porteños.
En 1918 se inauguró en la costanera el balneario municipal y sus playas se convirtieron en las más concurridas del Río de la Plata y fueron un lugar de esparcimiento para los porteños.
En las décadas de 1940 y 1950, en la zona abrieron restaurantes y salas de espectáculos donde a la noche actuaban los tangueros y actores cómicos de moda, como Aníbal Troilo o José "Pepitito" Marrone.
A partir de 1960, las aguas comenzaron a contaminarse, lo que llevó a la prohibición de bañarse en las aguas, y este paseo tan concurrido perdió la importancia y jerarquia que tenía a principios de siglo.
En las décadas de 1990 y 2000, la costanera y los parques de los bulevares fueron restaurados.
La costanera es muy visitada de día y de noche, especialmente los fines de semana. En sus anchas veredas funcionan numerosos "carritos": puestos de comida al paso que se especializan en sándwiches de bondiola (carne de cerdo).
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