La ciudad de Buenos Aires y su contacto con el río de La Plata, no era lo que es hoy en día.
Desde principios del siglo XX hasta los años 70, donde hoy está la Reserva Ecológica, funcionaba el Balnerio Municipal mas importante que tuvo Buenos Aires.
En el año 1917, bajo la presidencia de Hipólito Irigoyen, se proyectó la construcción del primer Balneario Municipal de Buenos Aires con tierras ganadas al río, se cunstruiría en la Dársena Sur un Espigón con 250 casillas para bañistas individuales para los vestuarios, y además acompañan grandes esculturas, entre ellas, las Fuentes de las Nereidas Lola Mora, también el heróico Luis Viale, y la azaña del Plus Ultra.
Las confiterías destacadas del lugar eran Munich, Brisas del Plata, La Perla y La Rambla, que se convirtieron en los lugares preferidos en el paseo costero dominguero por la avenida Costanera.
En los años 30, el Balneario tuvo su mayor esplendor, donde la gente iba bien vestida y se amontonaba para el ingreso al agua a dar sus refrescantes chapuzones.
En esa época no se pensaba en ciudades como Mar del Plata, en el Balneario Municipal, las playas estaban divididas por una ordenanza municipal en el espigón un lado para los hombres y otra para las mujeres.
El Balneario popular de Buenos Aires luego conocido como Costanera Sur marcó una época de refugio para muchos porteños quienes escapaban del terrible sol del verano porteño.
Luego, llegaron las enfermedades, llegó la Salmonella y otras bacterias que empezaron a afectar a quienes disfrutaban de estos lugares, como tambien a quienes trabajaban allí.
Estas playas en Buenos Aires no pudieron sobrevivir a una creciente contaminación de las aguas, que aún perdura y se puede apreciar cuando visitamos la Costanera, o La Boca, o la misma Reserva Ecológica.