El esplendor de las cúpulas en Buenos Aires tuvo lugar entre fines del siglo XIX y principios del XX. Era entonces el elemento arquitectónico que se utilizaba para marcar las esquinas y signo del progreso de la burguesía argentina, ya que se utilizaban como elemento ornamental para valorizar las propiedades.
No responden a un estilo arquitectónico determinado, sobresalen el árabe, el español y el ruso, se mezclaron con el "art noveau" de moda en Europa.
La mayoría de las cúpulas porteñas se encuentran en Avenida de Mayo, el Microcentro y las zonas de Congreso y Tribunales, aunque en muchos barrios de la ciudad se pueden apreciar.
Entre las más conocidas se encuentran la del Congreso de la Nación, que es una de las más grandes de la Ciudad con 80 metros de altura y de un llamativo verde esmeralda; las dos cúpulas gemelas de color rojizo en los extremos del edificio "La Inmobiliaria", en Avenida de Mayo al 1400; muy cerca, en el Palacio Barolo se observa una cúpula que sostiene un faro.
Otras obras llamativas son la cúpula coronada por la diosa de la sabiduría, Pala Atenea, del edificio del exdiario La Prensa, donde hoy funciona la Casa de la Cultura; las enormes cúpulas verde del Banco de la Nación Argentina y la del emblemático edificio Gath & Chaves, en la esquina de Juan D. Perón y Florida, esta tienda que supo vestir, a principios del siglo XX, a las damas y caballeros de la sociedad porteña.
Una curiosidad: la cúpula vidriada en la ochava de Rivadavia y Ayacucho, restaurada en 1999, rinde homenaje al arquitecto español Antonio Gaudi. Tiene tres niveles, con un cupulín y una construcción con forma de cebolla, rematada con una veleta de hierro y en el último nivel se colocó un gran telescopio.
Frente al Parque Lezama,en el barrio de San Telmo, se puede apreciar las cinco espectaculares cúpulas turquesas que coronan la Iglesia de la Santísima Trinidad, un templo de la Iglesia Ortodxa Rusa.