Reconocido el perfil cultural del barrio como singularmente popular, una cultura que se observa en las calles -la cultura de la tradición ciudadana y no de las académicas manifestaciones comunes a otros barrios-, ha de mencionarse sin embargo que el barrio cuenta con sinnúmero de artistas plásticos atraídos por la arquitectura histórica del lugar y de sus espacios verdes, así como Instituciones y manifestaciones artísticas propias de él: el Museo de Arte Moderno -original reciclaje arquitectónico de un antiguo depósito de tabaco- con su fecundo patrimonio plástico argentino contemporáneo -concretistas, informalistas, neofigurativos-, además de obras de los más descollantes nombres de la plástica internacional, su Museo de Cine “Pablo Ducros Hicken”, el Museo de Títeres, El Museo de Historia Nacional (1889) instalado en la casa de la familia Lezama.
Reconocido el perfil cultural del barrio como singularmente popular, una cultura que se observa en las calles -la cultura de la tradición ciudadana y no de las académicas manifestaciones comunes a otros barrios-, ha de mencionarse sin embargo que el barrio cuenta con sinnúmero de artistas plásticos atraídos por la arquitectura histórica del lugar y de sus espacios verdes, así como Instituciones y manifestaciones artísticas propias de él: el Museo de Arte Moderno -original reciclaje arquitectónico de un antiguo depósito de tabaco- con su fecundo patrimonio plástico argentino contemporáneo -concretistas, informalistas, neofigurativos-, además de obras de los más descollantes nombres de la plástica internacional, su Museo de Cine “Pablo Ducros Hicken”, el Museo de Títeres, El Museo de Historia Nacional (1889) instalado en la casa de la familia Lezama.
Así mismo, el Centro Cultural "Fortunato Lacámera", Centro Cultural “Torcuato Tasso” y el Centro Cultural “Plaza Defensa”.
La Junta de Estudios Históricos, la Iglesia de “Nuestra Señora de Belén”- Parroquia de San Pedro González Telmo, Iglesia Dinamarquesa, Iglesia Ortodoxa Rusa.
Las casas de Esteban De Luca, de Castagnino, de Domingo French (fines del siglo XVIII, ídem, 1762 respectivamente).
“El Repecho de San Telmo” (1807) devenido en restaurante, el “Mercado de San Telmo” -centenaria arquitectura intacta-, el “Pasaje de la Defensa” de fines del siglo XIX y el inimitable “Viejo Almacén”, culto del tango.
No obstante, la música en la calle, las Tanguerías, la Feria de Antigüedades de San Telmo con más de doscientos puestos de venta, la Plaza Dorrego que la contiene -declarada Monumento Histórico Nacional- y el magnífico Parque Lezama con su Museo Histórico, su Feria del Cuero y sus monumentos escultóricos son la expresión autorizada de la cultura por excelencia de este barrio porteño.
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