Investigación sobre el crecimiento del turismo
«Mezcla de Madrid y Roma, con un toque de París. Si hilamos fino, algo de Londres tiene, además de ese tinte porteño que la hace única. Buenos Aires es sin dudas un apéndice de Europa, y con una gran capacidad de transformación donde lo viejo se renueva y se transforma en 'vintage'. El que piense que la Capital Federal es una típica ciudad latinoamericana comete un error. Lo reto a que visite las ciudades que menciono anteriormente y luego compare y opine: seguramente estaremos de acuerdo».
Palabras más, palabras menos, la opinión de Juliano, francés, ingeniero, 26 años, coincide con la de tantos otros extranjeros que vinieron por primera vez a conocer la Buenos Aires del 2x1 recién salida de la convertibilidad y hoy, casi una década después y en condiciones no tan favorables, la siguen eligiendo por diferentes motivos.
Lo primero que vale la pena aclarar es que más allá de cualquier análisis sobre las razones del arribo masivo de turistas al país a pesar de los vaivenes socioeconómicos y de las respectivas crisis, es que hay un antes y un después de 2001. La realidad indica que antes de ese año tan particular la Argentina era cara y permanecía relativamente desconocida como destino turístico para mucha gente. Cuando devaluó el peso local, pasó a ser, casi de la noche a la mañana, uno de los países más accesibles, con grandes posibilidades y un potencial turístico enorme. «¿Acaso muchos países del mundo tienen para ofrecer selva, montañas, glaciares, río, mar, playas, bosques, nieve, gente maravillosa, buenos vinos, shoppings y outlets, amplia oferta gastronómica, una cartera de alojamientos completísima y tal vez la mejor vida nocturna que se pueda encontrar?», pregunta Mauricio, español, 51 años, y se responde a sí mismo: «Pienso en Francia e Italia, pero son lugares que estaban muy explotados por el turismo, en cambio la Argentina tenía todo por ofrecer y se presentaba al mundo con un destino irresistible».
Durante 2009 la crisis internacional tuvo un importante impacto sobre la actividad turística, que cayó en un 14,1% en el país según números oficiales de la Secretaría de Turismo de la Nación. Sin embargo, en los últimos meses del año pasado el sector se recuperó y retomó la senda de crecimiento. La tendencia alcista registra cerca de un 10% más de visitas que en el mismo período del año pasado.
Europa fue el destino de mayor procedencia de turistas, seguida por Brasil, Estados Unidos y Canadá.
Vienen sabiendo quien es «la pulga» Messi, el «Kun» Agüero, Carlitos Tevez y por supuesto Diego Maradona, pero descubren el verdadero fútbol en un Boca-River. Resulta gracioso escuchar a Jeremy cuando se le pide que entone una de las tantas canciones de cancha que aprendió en el país: «Me dicen el matador nací en Boeeeedo... -es del tema 'Matador' de los Fabulosos Cadillacs-» explica, y continúa casi sin tomar aire: «Boca, mi buen amigo, esta campaña volveremos a estar contigo... Soy de River soy, y de la cabeza siempre voooy...». Cualquier argentino, al oír a Jeremy se cuestionaría: ¿Cómo puede ser una persona hincha de tres equipos diferentes? «En vuestro país sería imposible», acota este francés de 21 años, empleado temporario de una conocida empresa de telefonía celular, «pero yo soy de San Lorenzo y de River porque en mi país hincho para el Saint Etienne y allí juegan Bergessio (ex San Lorenzo) y Augusto Fernández (ex River). Y soy de Boca por elección, desde que fui a la Bombonera a ver un Boca-Independiente. Es locura, es pasión, una cosa de locos, jamás visto, único e irrepetible, ahora quiero volver y volver y seguir a Boca cada domingo», se entusiasma Jeremy. «Compré hace poco la camiseta con el número 10 de Riquelme. Es mi ídolo, amo a Boca, y amo el fútbol de ustedes».
A Jeremy, como a tantos otros extranjeros, no le importó pagar 400 dólares por un partido de Boca Categoría A (contra River Plate, semifinales y finales de Copa), tarifa que cobra Next Travel, firma que desde hace un año tiene a su cargo la explotación de las visitas deportivas a la Bombonera y que dispone de un sector con 250 lugares en el estadio.
Pero el fútbol es apenas un pasatiempo para ellos. Los motivos que los impulsan a venir son varios (ver infografía). Se los ve comiendo en restoranes, de compras en la feria de San Telmo y Plaza Francia, en las milongas, en museos, paseando por los bosques de Palermo, a la salida de alguna Universidad o Instituto de enseñanza de Español, en los pasillos de una ONG, etc... Muchos usan Buenos Aires como base y desde aquí se van a buscar bellezas naturales de Iguazú, Mendoza, el Norte Argentino y las provincias de la Patagonia. Pero hay otra movida que está creciendo: la de los extranjeros que deciden quedarse a vivir en la Argentina. «Las propiedades todavía son baratas en comparación con Estados Unidos y Europa y por la mitad de precio compramos en Barrio Norte. Además, conseguimos trabajo. Mi pareja está estudiando en la Universidad, yo hago un curso de Español y ambos estamos aprendiendo a bailar tango», cuenta Apollon, oriundo de Montreal aunque se considera «cincuenta por ciento porteño». Está de novio con Alyssia, también canadiense, fanática del dulce de leche pero reacia al mate: «Es de lo peor que me hicieron probar en mi vida y no entiendo cómo les puede gustar tanto tomar agua caliente. Gustos son gustos, yo me quedo con el asado, con toda la carne argentina en general y con cada rincón de este país maravilloso que nunca deja de sorprenderme»...
Fuente: ambito
http://www.ambito.com/suplementos/placer/noticia_suplemento.asp?ID=517716&Seccion=Secciones%20Especiales