El pasado domingo se celebró el Año Nuevo Chino, el pueblo mandarín rindió homenaje al Tigre en Belgrano.
Durante los festejos, el mitológico dragón con cuerpo de serpiente recorre locales y hogares con buenos augurios para el pueblo oriental.
El encuentro se realizó en la calle Arribeños, desde Juramento hasta Blanco Encalada, en el bajo Belgrano.
Entre los souvenirs, hay rolls de sushi económicos y sabrosos, hay pequeños budas de la suerte y, algún farolito de papel.
Las despensas y supermercados de la zona venden arroz chino, fideos de arroz y variedades de brotes vegetales que cuesta conseguir en otras partes.
El Festival del Año Nuevo Chino se desarrolla durante quince días y es un momento de liberación de las preocupaciones y una oportunidad de encuentro para el pueblo mandarín.
Con el comienzo de la primavera, las familias limpian la casa y aguardan la llegada del nuevo año con platos típicos como camarones y vieiras en sal y pimienta, albóndigas de arroz glutinoso o torta de Año Nuevo, y dejan las luces encendidas para mantener alejada a la bestia Nian que amenaza sus vidas.
El público compraba con entusiasmo los pinches de carne de cerdo o pescado, patas de pollo fritas, dumplings o empanaditas primavera, servidos en bolsas de plástico o papel, para comer al paso.
Mientras, el dragón recorría los locales y los transeúntes lo tocaban para asegurarse de que durante este nuevo año ajeno se cumplan los deseos propios.
El zodíaco oriental cuenta que este año es del Tigre, un animal que simboliza poder y abundancia, que se relaciona con la tierra pero que en este año le toca ser de metal.