Buenos Aires goza de un clima benigno, apenas alterado por la humedad distintiva de las zonas aledañas a grandes ríos como el Río de la Plata y el cercano delta del Río Paraná.
Sus temperaturas medias anuales rondan los 18º y sostienen diferencias definidas moderadamente en las distintas estaciones del año.
Si bien en los últimos años se han modificado los acostumbrados valores de calor y frío -una constatación universal-, sus inviernos son atemperados -entre 3º y 10º-, sus veranos cálidos -entre 26º y 31º-, y las estaciones intermedias (primavera y otoño) menos definidas que las precedentes.
Los meses de más frío son: junio, julio y agosto -en los que se requiere la protección del abrigo (tapados, bufandas, sweater de lana)- y los de más calor : diciembre, enero y febrero, con liviandad de ropa aconsejada.
Otoño y primavera: Mañanas frescas con temperaturas templadas al mediodía y leve descenso por las noches.
Invierno: Frío por la mañana mermando al mediodía y primeras horas de la tarde, y con bajas notorias de temperatura a media tarde y noche.
Verano: Calor húmedo con mañanas calurosas, mediodías y primeras horas de la tarde abrasadores, y atardeceres y noches con leve descenso del calor, aunque en general, no lo suficiente para exigirse abrigo.
Lluvias: Las lluvias son habituales tanto en primavera como en otoño (entre marzo y junio y septiembre a diciembre). Durante los meses de verano (diciembre, enero y febrero) son fugaces y poco violentas. Comúnmente se las denomina "lloviznas" y no demandan más protección que una capucha o paraguas. Los inviernos no son especialmente lluviosos, aunque debido a ocasionales vientos o "sudestadas" y a las temperaturas más bajas condicionan a una protección un poco más exigente.
No son usuales excesos climatológicos como pudieran serlo temperaturas extremas de uno u otro signo, así como cataclismos de ninguna especie.
Fuente: 365 Info Buenos Aires